El hogar de Rimbaud, redescubierto por un destino adversamente escrito en los años iluminados de su adolescencia, sólo podía oscurecerse definitivamente en la aventura absurda de Abisinia.

Nombre	Dominio	Uso	Duración	Tipo
wpl_user_preference	https://fundacionrafaelboti.com	Conserva los estados de los usuarios en todas las peticiones de la página.	1 año	HTTP
wp-settings-{user}	https://fundacionrafaelboti.com	Se para conservar los ajustes del usuario	1 año	HTTP
wp-settings-time-{user}	https://fundacionrafaelboti.com	Se para conservar los ajustes del usuario	1 año	HTTP

José Antonio Robés

2015

DIMENSIONES

TÉCNICA

ADQUISICIÓN

Más obras del autor

José Antonio Robés

El que a tu sombra gime como trémula gema. El que pasa, el que extiende, el que aspira y olvida. El que besa, el que tiembla y se transforma. El que gime.

2015

José Antonio Robés

Tengo una hora para escribir y otra para no escribir. Ambas son la misma hora, es decir, la misma escritura.

2015

José Antonio Robés

Abrázame ahora mismo. Vuelvo desnudo con un cesto de uvas al lagar de tus padres. No me preguntes nada.

2015

José Antonio Robés

El vino es un culto. Él es culto. Tengo una relación culta con el vino. Beber no es una manera de tragar. Vivo sin beber en mí.

2015

José Antonio Robés

Palabras que sugieren y palabras que hunden. Palabras que engarzan ya sin engarces. Palabras como derivas. Palabras.

2015

José Antonio Robés

Literales, las jambas, siempre sumisas a severos dictámenes, aportan nueva maraña de sentidos.

2015

José Antonio Robés

En el tiempo de los grandes prodigios, fuimos el nido de la revelación; y en nuestra luz pudo aposentarse la luz. Somos luz de la luz, sustento de los tronos.

2015

José Antonio Robés

Llámame, pero solo cuando el timbre seas tú. Llamó a mi puerta, y la puerta era él.

2015

José Antonio Robés

Si abro un libro es porque ya he cerrado un hombre. Una lectura nueva de lo caduco es la máxima vanguardia. Los langostinos no invitan a leer a Kant.

2015

José Antonio Robés

El símbolo es el verdadero metal de la falsa medalla honorífica.

2015

José Antonio Robés

La memoria es la prostituta del recuerdo. De lo único que la memoria nos informa es de los datos del olvido. Toda memoria inventa sus genealogías.

2015

José Antonio Robés

Quiero su voz, no el eco de unos pasos caídos; mi muerte, si es que puedo llegar por fin a ella. La casa está vacía. Viento largo; ¿lo sientes? Alguien debe morirse al compás de esta noche.

2015

José Antonio Robés

Dejar de serlo tras de haberlo sido. Dejar de amar después de haber amado. Dejarlo todo y no haber dejado nada que no estuviera ya perdido.

2015

José Antonio Robés

Fumo Goya aunque lo que me hubiera gustado fumar es Velázquez.

2015

José Antonio Robés

Solo por la enfermedad del padre sana el hijo.

2015

José Antonio Robés

De pupitre a pupitre —más veraz que nosotros—, de aquellos dos mensajes cruzados a hurtadillas, reprodujo el secante: oím roma, oím roma.

2015

José Antonio Robés

Todo fue una mentira, puesto que la columna del verbo, que yo daba sepultada por siempre, me esclaviza de nuevo con la ajorca nefasta de sus letales aros de liturgia y de oráculos.

2015

José Antonio Robés

Quien, entonces, podía imaginarlo, amor mío; alma y cuerpo en un solo y unísono destello.

2015

José Antonio Robés

El teatro solo es teatro de verdad cuando es teatro de mentira. Lo que debe correr en el espacio del teatro no es el tiempo, sino el espacio mismo. Por eso todo lo teatral es ahistórico.

2015

José Antonio Robés

La vestidura está más vestida que el vestido. Por eso desnuda. Como la vida la ropa está siempre mal usada.

2015

José Antonio Robés

Amar es hallar en cada momento una hora que los demás no encuentran. Cuando llega la hora, resulta que no era esa.

2015

José Antonio Robés

El niño que fui es el miedo que soy

2015

José Antonio Robés

Algo se nos escapa del fenómeno poético que debe figurar en el texto, como en Dante, palabras, palabras de color oscuro... es la mejor definición de la poesía.

2015

José Antonio Robés

Mas sentí, en el vacío victorioso y culpable que entonces sobrevino, que un cuchillo me hendía del pavor de la muerte.

2015

José Antonio Robés