Mario Muchnik

Buenos Aires, Argentina 1931 - Madrid, España 2022

Editor, escritor y fotógrafo argentino de origen ruso, vivió en España desde 1978. En los años 40 su familia se trasladó a Nueva York, donde se licenció en física, doctorado luego en Roma. En Londres se dedicó a la fotografía, documentando luego en Paris imágenes del mayo francés en 1968. De regreso a Argentina, fundó en 1973 Muchnik Editores, para exiliarse luego, durante la dictadura militar, en 1978, e instalarse ya definitivamente en Barcelona. Su actividad en el mundo de la edición lo vinculó con Elias Canetti, Primo Levi, Julio Cortázar y Augusto Monterroso, entre otros autores destacados de la época. Continuó siempre su labor fotográfica, donando gran parte de su archivo al Instituto Cervantes. Autor de una veintena de libros, muchos de los cuales recogen su rico anecdotario y vasta experiencia.

Los camiones de la Renault, a velocidad de triunfadores, pasan frente a los lugares más significativos de la capital –como la iglesia de la Madeleine…

Por su lado, los sindicatos llevan a cabo una actividad frenética para mantener el movimiento de huelga y, a la vez, intentar arrebatar el liderazgo a los estudiantes

Mario Muchnik

La población, en general, simpatiza con los estudiantes, si bien la gente comienza a preocuparse seriamente por la falta de abastecimiento.

Mario Muchnik

Francia está movilizada. En París, como en muchas ciudades de provincia, los periódicos murales son la única fuente de información escrita.

Mario Muchnik

Muy cerca de allí, el puente de Austerlitz está cortado por las fuerzas represivas, que van aprendiendo las tácticas de la guerrilla urbana.

El lunes 27 una nueva manifestación unitaria recorre los bulevares del barrio de Austerlitz, por Gobelins y Place ’Italie hasta el estadio de Charlety.

Frente al Café de Flore, sobre la medianoche del miércoles 22, la manifestación atrae la participación de los noctámbulos.

Mario Muchnik

La agitación no se interrumpe por la noche. A favor de una temperatura agradable, los estudiantes invaden las calles de Saint-Germain.

Dos chicas, al pie de la Sorbona, intentan salvar cada minúsculo fragmento de la documentación quemada. Como los manuscritos del Mar Muerto.

Mario Muchnik

¿Qué queda de ese mes insólito? Para este fotógrafo queda una sonrisa, como la de esta chica al final de la huelga de transportes, que aprovecha un banco para descansar en su larga marcha a casa.

Mario Muchnik

Y el barrio latino vuelve a su rutina dominguera: cines, restaurantes, Ursula Andress, Jean- Paul Belmondo y demás entretenimientos

El soleado y primaveril domingo 2 de junio el gobierno moviliza al ejército para… ¡abastecer de gasolina al pueblo! La pequeña burguesía salta a su coche y sale de picnic.

Mario Muchnik

Poco antes de la hora señalada el gran anfiteatro de la Sorbona se llena de bote en bote: Sartre dialogará con los estudiantes.

Mario Muchnik

El viernes 31 de mayo “alguien” –nunca se sabrá quién pero la provocación salta a los ojos de todos, quizás la misma policía, quizás asalariados de algún partido–, incendia el rectorado

Waldeck Rochet se enfrenta con Mitterrand, en esta reunión anacrónica, tan anacrónica como la anticuada cámara cinematográfica de un colega periodista…

… y no parece bromear. El martes 28, en la sede del partido socialista (SFIO), se reúnen François Mitterrand y el secretario general del partido comunista, Waldeck Rochet.

La Plaza Edmond Rostand, la “mañana después de la batalla” –de la que no quedan más rastros que los adoquines levantados. Pero los transeúntes hablan todos de lo mismo.

Mario Muchnik

Este primer día no se necesita coraje, sólo atrevimiento, para proponer la lectura de un panfleto estudiantil a estos jefes de la represión.

La huelga general de veinticuatro horas, declarada por los sindicatos el día 13, se prolonga indefinidamente y se deja sentir y, sobre todo, ver. Postal insólita: ¡la torre Eiffel sumida en la basura!

Mario Muchnik

Al anochecer del lunes 20 corre la voz: Sartre y Simone de Beauvoir visitarán la Sorbona. A la espera del filósofo, el “Castor” conversa con los estudiantes.

Mario Muchnik

Nadie parece “resignado” a su cometido, nadie espera “divertirse” con ello. Pero cunde un amplio consenso de responsabilidad en la tarea colectiva.

De Gaulle moviliza el ejército para suplir la huelga de transportes. La gente aprovecha, goza y ríe, y contra la risa nada puede el gobierno.

Mario Muchnik

A la manera de Eisenstein en Alejandro Nevski, las “fuerzas del mal” (muy mal armadas). A las ocho de la mañana en la Plaza de la Sorbona.

Mario Muchnik

… pero todos tienen algo que decir y el respeto a la palabra, sacrosanto, subsiste incólume hasta el final mismo de la asamblea.

… mientras en el gran patio se da rienda suelta al entusiasmo y, todos a la vez, comentan la manifestación de esa tarde: ¡un millón de personas!

Una vecina quiere mandar a De Gaulle al hospicio –que está frente a su casa. Se ríe y concita la simpatía de un millón de personas.

Mario Muchnik

Muchacho pobre, no obstante su Rolleiflex. Entre la gente del teatro, sus ojos buscan la buena foto.

Mario Muchnik

Buenos Aires, Argentina 1931 - Madrid, España 2022

Mario Muchnik

A pocos metros de la plaza de la Bastilla, se ven rostros preocupados…

Mario Muchnik

… o, por los Campos Elíseos, hasta el Arco de Triunfo.

Mario Muchnik

Los camiones de la Renault, a velocidad de triunfadores, pasan frente a los lugares más significativos de la capital –como la iglesia de la Madeleine…

Mario Muchnik

El pueblo los aplaude, desde luego, porque ven en ello una acción “seria” contra De Gaulle.

Mario Muchnik

Por su lado, los sindicatos llevan a cabo una actividad frenética para mantener el movimiento de huelga y, a la vez, intentar arrebatar el liderazgo a los estudiantes

Mario Muchnik

La población, en general, simpatiza con los estudiantes, si bien la gente comienza a preocuparse seriamente por la falta de abastecimiento.

Mario Muchnik

Francia está movilizada. En París, como en muchas ciudades de provincia, los periódicos murales son la única fuente de información escrita.

Mario Muchnik

Muy cerca de allí, el puente de Austerlitz está cortado por las fuerzas represivas, que van aprendiendo las tácticas de la guerrilla urbana.

Mario Muchnik

… y gente joven preparada para los gases lacrimógenos y los bastonazos de la policía.

Mario Muchnik

El lunes 27 una nueva manifestación unitaria recorre los bulevares del barrio de Austerlitz, por Gobelins y Place ’Italie hasta el estadio de Charlety.

Mario Muchnik

Ya esta tarde, frente a la Gare de Lyon, el enfrentamiento con la policía está en el aire.

Mario Muchnik

La manifestación del 13 agrupaba a todos los ciudadanos. Ésta, en cambio, sólo a las “fuerzas de choque” más militantes.

Mario Muchnik

Las barricadas de la noche del 10 al 11 de mayo fueron un juego de niños, comparadas con las de la noche del 24 al 25

Mario Muchnik

Frente al Café de Flore, sobre la medianoche del miércoles 22, la manifestación atrae la participación de los noctámbulos.

Mario Muchnik

La agitación no se interrumpe por la noche. A favor de una temperatura agradable, los estudiantes invaden las calles de Saint-Germain.

Mario Muchnik

En un clima electrizado se entabla uno de los diálogos más importantes de ese mes de mayo...

Mario Muchnik

… y se enfrenta con la multitud.

Mario Muchnik

De pronto se hace silencio y, como una exhalación, el filósofo entra en la Sorbona…

Mario Muchnik

Dos chicas, al pie de la Sorbona, intentan salvar cada minúsculo fragmento de la documentación quemada. Como los manuscritos del Mar Muerto.

Mario Muchnik

¿Qué queda de ese mes insólito? Para este fotógrafo queda una sonrisa, como la de esta chica al final de la huelga de transportes, que aprovecha un banco para descansar en su larga marcha a casa.

Mario Muchnik

Y el barrio latino vuelve a su rutina dominguera: cines, restaurantes, Ursula Andress, Jean- Paul Belmondo y demás entretenimientos

Mario Muchnik

Buen trabajo. Ahora, a gozar del tibio sol de junio en París

Mario Muchnik

… y en donde los padres educan a sus hijos.

Mario Muchnik

… en donde siguen dándose encuentros fecundos,

Mario Muchnik

… en donde el ambiente es festivo,

Mario Muchnik

… o que van de paseo a la Sorbona, aún ocupada por los estudiantes…

Mario Muchnik

El soleado y primaveril domingo 2 de junio el gobierno moviliza al ejército para… ¡abastecer de gasolina al pueblo! La pequeña burguesía salta a su coche y sale de picnic.

Mario Muchnik

Poco antes de la hora señalada el gran anfiteatro de la Sorbona se llena de bote en bote: Sartre dialogará con los estudiantes.

Mario Muchnik

El viernes 31 de mayo “alguien” –nunca se sabrá quién pero la provocación salta a los ojos de todos, quizás la misma policía, quizás asalariados de algún partido–, incendia el rectorado

Mario Muchnik

… en un torrente de ideas nuevas, pertinentes, esclarecedoras. Y convence.

Mario Muchnik

Ni corto ni perezoso, Cohn-Bendit surge de la masa y habla a un anfiteatro repleto…

Mario Muchnik

Ese mismo día, en la Sorbona, se prepara una comparecencia insólita.

Mario Muchnik

Waldeck Rochet se enfrenta con Mitterrand, en esta reunión anacrónica, tan anacrónica como la anticuada cámara cinematográfica de un colega periodista…

Mario Muchnik

No se sabe a ciencia cierta de qué discuten, pero la reunión tiene todo el aspecto de un reparto de poderes.

Mario Muchnik

… y no parece bromear. El martes 28, en la sede del partido socialista (SFIO), se reúnen François Mitterrand y el secretario general del partido comunista, Waldeck Rochet.

Mario Muchnik

La izquierda empieza a hablar seriamente de tomar del poder…

Mario Muchnik

Aparecen las primeras pintadas.

Mario Muchnik

… y los hippies, a las carcajadas, solidarios…

Mario Muchnik

… y los estudiantes latinoamericanos, solidarios…